viernes, 11 de mayo de 2007

La programadora cachonda

Tengo sueño y mañana prácticas, pero es que hoy no me puedo acostrar sin hablar de la estudiante cachonda.
Esta mujer viene a aportarle a los videojuegos ese toque guarro que, todos pensamos que sólo se le podría ocurrir a un tío. Pero una vez más, y hasta para los videojuegos y el sexo (temas favoritos de los tios), una mujer ha sido más creativa, (o más guarra, según se mire...).

Se llama "Intimate Game Controllers", y está lejos de ser un juego erótico cutre para viciosos (aunque presagio que acabará así); ya que se trata ni más ni menos que de la tesis de grado de una estudiante del Programa de Telecomunicaciones Interactivas de la Universidad de Nueva York.

El kid de la cuestión, está en los controles: que son un sujetador con seis sensores para ella y una calzoncillo con otros seis sensores para él.

Eso sí, el toque de los controles tiene que ser sutil y no vale a lo bestia. Jajajajaja. Que si no el jugador perderá puntos.

Aunque como todo va degenerando, supongo que la cosa acabará yendo a más en las posteriores versiones del juego... Y que no se quedará en el juego monjil que aparenta ser.

De lo que estoy segura es de que el tribunal encargado de corregir su tesis se lo ha tenido que pasar bomba.






jueves, 10 de mayo de 2007

El padre de mi amiga Carlota.

Seguro, que si intentase convenceros hoy día de que mi padre es astronauta, fantasma, mago o caballero de la mesa redonda; os creeríais que me falla la irrigación del cerebro.

Pero seguro que nunca me habríais podido dar suficientes razones de lo contrario si volviésemos a los cuatro años. Edad a la que conocí a mi amiga Carlota.

Os preguntaréis que a qué viene esto, pues bien, es que llevo tiempo a lo largo del día dándole vueltas a lo mismo. Empecé a acordarme esta mañana en la ducha, y es que con el sonido del agua cayendo, me acordé de repente del yate del padre de mi amiga Carlota.
Por supuesto, Carlota no ha visto un yate en su vida, pero hubo un tiempo en el que yo estaba convencida de que sí.

Todo empezó una mañana en el cole, en prescolar, cuando nos trajeron la revista "Caracola". Carlota y yo ojeamos la revista y llegamos a una página donde vimos el dibujo de un yate maravilloso, ¡que nada más y nada menos tenía una piscina!, entre otras grandes maravillas, por supuesto.

Entonces, al ver la ilusión de mi cara, mi amiga Carlota me contó que su papá tenía uno de esos.

Pero claro, a buena se lo había ido a decir, a la niña de la lógica. Así fue como al instante, deduje a mi tierna infancia, que si una persona que tenía una carnicería era carnicero, pues un hombre que tuviese un barco era... ¡claro está!. ¡¡El padre de mi amiga Carlota era pirata!!.

Así fue como volví loca a mi madre diciéndole que tenía una amiga con un padre fantástico. Un padre que trabajaba en ¡la mejor profesión del mundo!.

Hasta que descubrí que el padre de mi amiga no llevaba un parche en el ojo y que además era dentista.
Pero pasada la desilusión, todo acabó en el olvido.

Hasta que unos 10 años después, mi amiga Carlota me invitó a la playa y me llevó a ver el Club Náutico; recordándome que ella tenía un barco.
Ohhhh, ¡qué emoción!, mis neuronas volvían trasmitir chispitas por la zona del cerebro en la que guardaba el hasta entonces olvidado yate del padre pitrata de mi amiga.

Claro que, aquello al final no era ni un barco. Era una barquita muy pequeña. Y digamos que estaba un poquito abandonado aquel supuesto yate, y que se había convertido en una mezcla de barquita y patera.

Pero no importa, nunca importó. Porque esta mañana, al oír el sonido del agua en la ducha, he vuelto a ver el yate de Carlota y a su padre pirata, surcando los mares.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Sobre transportes


Desde luego esto del transporte es cada vez más extraño.
En primer lugar tengo que confesar que oí un fuerte rumor sobre el tranvía de Murcia. ¿Recordáis el tranvía? Sí, aquel en el que por poco no acaban trabajando el Alcalde y su séquito. ¡Ese,ese es!; el electoral tranvía... Pues resulta que ahora, a la semana de su inaguración, parece ser que se está haciendo la correspondiente investigación comercial, encuesta en mano, para ver si la gente lo utilizaría.
Espero que al final la gente diga que sí, porque de lo contrario se quedará el primer tramo de la única línea de tranvía de Murcia como adorno. Así que esto será más trágico que lo de la historia del monorraíl de Springfield.

En cuanto a este tema, hay que reconocer que los alicantinos han sido más listos. Ya que en vez de pelearse para ver si ponen un metro o un tranvía, llegaron a una sabia conclusión y crearon el TRAM. Vamos, un tranvía que a la vez es un metro. Y según
el diario 20 minutos, mañana día 10 es su inaguración. Eso sí, no parece que estos vayan a poner a ningún pringadillo a picársela con el tranvía.

No obstante, y quienes más han dado el cante en temas relacionados con los medios de transporte estos últimos días son, el indiscutiblemente votado en el puesto número uno y
ex- presidente del País (todos sabéis quién es, si si, el Señor de Botella), y un hombre que salió junto a su cama motorizada de paseo por una autovía gallega.
Sí, este hombre, que es un valiente, y dice haberse metido en la autovía por despiste, salió manejando su medio de locomoción con la boca (ya que tiene una minusvalía del 95%).
Además, este temerario conductor asegura que no había bebido nada en el club de alterne donde estuvo antes de tan insólito recorrido, aunque más de uno habría necesitado un orujillo para semejante tarea porque encima de todo, cuando el coche policial se puso a su altura, aceleró un poco el motor de su camilla.


Os dejo un regalito para todos vosotros, porque después de hablar del Tranvía y de recordar el grandioso capítulo de los Simpsons "Marge contra el monorraíl", he pensado que no os podía dejar sin disfrutar de él:



martes, 8 de mayo de 2007

Una de Robots, Surrealismo y locuras.


Hoy, comenzaré por contaros que en Corea del Sur han empezado a redactar un código ético para robots.
Ni mas ni menos que han puesto a un comité formado por diez personas (humanos), entre ellos científicos, médicos y abogados para crear unas normas que impidan el abuso sobre los robots y poder decidir la relaciones existentes entre robots y humanos.


El ministerio Surcoreano dijo:

"Esperamos que llegue pronto el día en el que los robots intelectuales puedan actuar según sus propias decisiones”.
Así, que parece ser que Asimov y sus tres Leyes de la robótica han resonado en la mente de alguno de estos “frikis” reunidos, ¡perdón!, expertos…

No tengo más comentarios que decir ante esta noticia que un: ¡Bienvenido Bender!


Aunque, por otra parte, qué podíamos esperar del mundo después de saber que un canal de Disney ha acabado emitiendo porno duro…(Según el diario New York Daily News).

Pues, en fin… Espero que los robots ganen a las cucarachas en la conquista por el planeta una vez que nos autodestruyamos. Aunque hay quién apuesta todavía por sobrevivir.


Ya que los expertos mundiales del clima han decidido en Bangkok que van a enterrar el Dióxido de Carbono, así que cuando diga aquello de salir, pues digo yo que pegaremos el petardazo.

Pero bueno, mejor solución será que la de talar todos los árboles para acabar con los incendios, como dijo mi amigo George, (ese que se atraganta comiendo galletas).


Bueno, yo me despido ya, así que, como diría Bender:
"Hasta la vista, saco de carne"
Fuente: http://www.laflecha.net/

domingo, 6 de mayo de 2007

Hace tiempo ya que no escribo...

Sí, hace tiempo ya que no escribo. Aunque sólo han pasado dos días, para mí ha pasado un mundo.
Ha sido como cuando era pequeña, que dada la falta de reloj y de concepción del tiempo, un fin de semana era interminable; como una semana incluída dentro de la propia semana.

Era a esa edad en la que siempre que preguntas qué hora es o oyes a los mayores decidir a qué hora quedarán, dices que a las ocho. Esa edad en la que a cualquier hora siempre son las ocho. Y tu probabilidad de acierto queda reducida a 1 de 12 ó 2 de 24, pero ¡qué más dá!.

Pues este sábado me he dedicado a ser pequeña de nuevo, a olvidar que existe el tiempo. Quizás para huír de todo, porque ser mayor cada vez es más difícil, y menos mal que aún sé hacerme pequeña.

Todo empezó en el coche, en un Ibiza blanco del año 90, de esos que te hacen plantearte si los de dentro son unos hippies o unos cutres.
Ese Ibiza que es una cajita completamente rectangular, pero desde luego que ha demostrado ser uno de los coches más duraderos del verano del año 90. ¡El Seat Ibiza Especial!

Bueno, pues digamos que acabé pasando la mañana en el campo, en el valle. En un camino alejadillo un poco de los domingueros. Al solecito.
Por supuesto que de primero hubo aperitivo, después de la caminata.

Al fin y al cabo fui un dominguero más, con mi latita de pulpo. Las olivas rellenas, empanadilla, y tabla de quesos. Y brindadndo con agua...
Algo extraño pero aún así bucólico.

Y tras esto, una siesta, acostada en el suelo; escuchando el viento. Escuchando a los árboles.

Hacía tanto que no pasaba por el monte que se me había olvidado por completo la réplica de los árboles y las matas ante el sonido del viento.
Se me había olvidado que en el monte siempre escuchas un sonido sobre los demás.
Tembién olvidé las margaritas, el tomillo y el romero, los vinagrillos...

Pero no importa, porque he vuelto y he recordado. Y he conseguido ese colorcillo que te aporta el resol que te llega al recostarte bajo la sombra de un árbol. Y esa calma, y ese tiempo infinito.